Martha Colmenares
Noticiero Digital

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En Maracay, al finalizar la tarde del día de hoy, viernes 3 de febrero, acaban de condenar a un hombre así por así. Ni siquiera por el delito que le fue impuesto, sino lo más grave: es que lo han condenado por un delito del que no fue acusado. Sin embargo el tribunal violentando el principio de congruencia, según lo establece el Artículo 363, sobre “Congruencia entre sentencia y acusación”, lo condenó por algo de lo que no se defendió, evidentemente porque no lo acusaron por eso.

Después de largos meses de espera, el Tribunal Militar Segundo de Juicio a cargo del coronel Jose Urbina Vegas y ubicado en Maracay, condenó al Coronel del Ejército Darío Faria a cumplir una pena de 6 años y 4 Meses con inhabilitación política, por considerarlo autor de los delitos de posesión y ocultamiento de arma de guerra, contra el decoro militar y encubridor del delito de sustracción de efectos perteneciente a la fuerza armada.

Oportuno resaltar que por este ultimo delito no fue juzgado, sin embargo el tribunal violentando el principio de congruencia, lo condeno por algo de lo que no se defendió, evidentemente porque no lo acusaron por eso.

Según lo establece el Código Orgánico Procesal Penal, Artículo 363, sobre “Congruencia entre sentencia y acusación”:
“La sentencia de condena no podrá sobrepasar el hecho y las circunstancias descritos en la acusación y en el auto de apertura a juicio o, en su caso, en la ampliación de la acusación… Pero, el acusado no puede ser condenado en virtud de un precepto penal distinto del invocado en la acusación, comprendida su ampliación, o en el auto de apertura a juicio, si previamente no fue advertido, como lo ordena el artículo 350, por el juez presidente sobre la modificación posible de la calificación jurídica.”

A muchos le importará, a otros quizá no, porque no entienden aun qué pasa en este país. Es la noticia que más me ha impactado, entre todas las que nos bombardean a diario. Porque de paso el Coronel Darío Faría, que no ha cometido ningún delito, que hasta el arma le sembraron, declarado en entrevista ante el Tribunal Primero de Juicio por el autor, quien fue obligado por Peña Carrillo cuando estaba en la DIM, hecho que realizaron en el estacionamiento de la cárcel de Ramo Verde, mientras el coronel Darío visitaba a su hermano Coronel Jesús Faría.

Delitos son los que con él se han cometido, Y bastante lo comentado acerca de cómo fue sometido a la tortura del aislamiento por casi tres meses. Pasamos la raya, ya no podré creer en nada. Y aquí estamos en presencia de un juicio nulo. Pero nulo y todo, el coronel tendrá que seguir en la cárcel. Esto es tamaña injusticia.

Esto es una persecución implacable contra una familia.