Marvinia Jiménez dice creer en el poder del pueblo en las calles. (Foto Andrés Galindo)

Basyl Macías || [email protected]

23 agosto 2014.-

Marvinia Jiménez no confía en ninguna investigación del Ministerio Público. “Lo hacen a su estricta conveniencia y en desapego a las leyes”. A seis meses de la brutal paliza que recibiera de manos de una funcionaria de la Guardia Nacional Bolivariana, en medio de actos de represión en el sector La Isabelica de Valencia, afirmó que su caso está como el primer día.

Hay una orden de aprehensión en contra de la funcionaria desde abril y hasta ahora no se ha ejecutado. Esto se llama impunidad. El Ministerio Público no ha investigado al resto de los cómplices, y son estas las acciones que hacen que Marvinia Jiménez, como miles de venezolanos, hoy menos que nunca crea en la justicia, comentó el abogado del Foro Penal en Carabobo, Eliécer Jiménez.

Marvinia creció en un hogar escuchando a sus abuelos y tías hablar sobre la importancia de la democracia, concebida como un sistema basado en la libertad y el respeto. Cuenta que en octavo año de básica, mediante trabajos de investigación, se percató de lo grave que puede resultar que un militar tome las riendas de un país. Recuerda que se asustó cuando el para entonces teniente coronel Hugo Chávez salió de la cárcel, propuso su candidatura a la presidencia y prometió cosas que nunca cumplió, cuando a sus espaldas llevaba la responsabilidad de varias muertes por las intentonas golpistas. “Aunque nunca pensé que viviría en carne propia la represión brutal”.

Fue en el 2002 cuando decidió salir a protestar por lo que estaba pasando en el país. Se fue a Caracas a vender franelas que diseñaba con consignas en contra del Gobierno nacional. “Una vez, me bajé del Metro con mi morral con la intención de vender mis franelas. Escuchaba pitos y consignas, y al rato me percaté de que se trataba de una marcha chavista, y mi pantalón decía “Fuera Chávez, vete ya”. Esa fue la primera pela que recibí de este régimen, de la que salí con una herida en la cabeza”.

Desde que Hugo Chávez llegó al poder, nos pareció el peor error de la historia del país, ya que mi abuela viene de la dictadura Pérez Jiménez. Tuvo un sobrino dirigente de esa época, Rafael Gavidia, que sufrió mucho para entonces, por lo que desde siempre sabía el daño que un militar puede hacerle a un pueblo, recordó.

En el 2012 la joven madre volvió a las protestas pacíficas. Ella cree en el poder del pueblo en las calles y habla de la necesidad de desenmascarar a los políticos y funcionarios corruptos. “Siempre he andado sola, porque nunca he creído en partidos políticos, pero sí creo en el ejercicio del voto, porque pienso que éstos utilizan al pueblo para montarse en el poder, y cuando comienza a quejarse por las malas actuaciones, lo abandonan”, precisó.

Marvinia aclaró que no solo fue víctima de la funcionaria, sino de tres guardias más, quienes en todo tiempo la alentaron a golpearla. “En el video donde se observa como que uno de los guardias detiene el casco, fue porque percibieron que estaban grabando todo. Por ello responsabilizo igualmente al comandante del Core 2, General de Brigada Arquímedes Herrera Ruso, porque si bien él no les dio la orden, tampoco los ha puesto a derecho”