Colectivos desnudan discurso oficial
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domingo, 26 de octubre de 20

A merced del hampa

Las destituciones del general Miguel Rodríguez Torres y de casi toda la directiva de CICPC indican hasta qué punto los colectivos también infunden temor en el Ejecutivo

Twitter @javiermayorca

El viernes 24 de octubre el presidente Nicolás Maduro mandó de vacaciones al mayor general (Ejército) Miguel Rodríguez Torres.

El oficial fue hasta ese momento titular de Relaciones Interiores, Justicia y Paz, y supuestamente uno de los personajes más poderosos del régimen. En algún momento dijeron que si Maduro renunciaba él podría sustituirlo.

Este es el cambio en el Gabinete más importante desde la salida de Jorge Giordani de la cartera de Planificación. En el caso de Rodríguez Torres, está claro que la decisión presidencial obedeció a razones políticas y no a una sesuda evaluación del desempeño del oficial para controlar la criminalidad, una de las dos preocupaciones más importantes de los venezolanos.

La destitución del general fue un fuerte rumor en septiembre, es decir semanas antes del asesinato del diputado Robert Serra. Pero se transformó en un hecho en los días posteriores a la operación policial en el edificio Manfredir, ocurrida el 7 de octubre. El diputado Freddy Bernal asumía que podía ser el reemplazo. Filtró datos en ese sentido a columnistas afines, y a mitad de semana grabó una entrevista con José Vicente Rangel, divulgada por Televén el domingo 26, en la que intentaba abordar temas de seguridad ciudadana. Como para que el Primer Mandatario lo tuviera en su firmamento ministerial.

Maduro, sin embargo, optó por una solución que según fuentes ligadas al oficialismo no será sustentable por mucho tiempo. Sacó a la almirante Carmen Meléndez del ministerio de la Defensa y la envió al MRI. Simultáneamente, transfirió al mayor general del Ejército Vladimir Padrino desde el Ceofanb hasta el cargo que dejaba la oficial de la Armada. Con esta decisión, además, quedan momentáneamente fusionados en un mismo oficial los mandos de las áreas administrativa y operativa del mundo castrense venezolano.

La remoción de Rodríguez Torres lució precipitada, apurada, urgente. El enfrentamiento entre CICPC y los referidos colectivos envió inicialmente un fuerte mensaje al resto de estas agrupaciones. Pero luego, al ver que habían cometido un error, Rodríguez Torres y el ahora destituido comisario Sierralta intentaron matizarlo, tal y como lo explicamos en la entrega anterior.

Sería una equivocación atribuir la decisión de Maduro única y exclusivamente al caso Odreman. Ya desde el Secretariado Revolucionario de Venezuela se aclaró que el sargento jubilado de la PM había sido expulsado de sus filas. El viernes el portavoz de esta plataforma Hermenegildo Barrera (señalado por la muerte de Juan Montoya) divulgó en el semanario Quinto Día del 24 de octubre un comunicado que nuevamente marca distancia con respecto al Frente 5 de Marzo.

Sin embargo, la decisión de atacar al grupo de Odreman y a Escudo de la Revolución podía representar el inicio de un proceso para despojar a todos los colectivos de su poder de fuego. De allí que se hubiese anunciado una manifestación en Caracas por parte de estas agrupaciones para el viernes 24. Algunos de sus promotores desistieron el jueves, supuestamente al conocer que ya Rodríguez Torres iba a ser destituido. Este era el fin básico de la protesta.

Nuevamente, queda al descubierto la inconsistencia de las afirmaciones sobre los colectivos como agrupaciones de acción social que solo pretenderían mejorar la calidad de vida en sus comunidades. De ser así, no se comprende tanta precipitación para sacar a Rodríguez Torres de su cargo. El miedo también invadió Miraflores.

El ahora ex ministro tardó mucho en incorporarse a la retórica incendiaria que atribuía la muerte del diputado Serra y de su asistente a una conspiración urdida desde Miami y Bogotá, y ejecutada por macabros paramilitares con el auxilio de algún diputado de la oposición. Luego cedió. Más tarde, demostró que no se había aprendido bien el libreto, cuando disminuyó en 50% el monto que supuestamente habían cancelado a la banda del PoliCaracas Eduwin Torres para que matara al parlamentario. ¿Fueron $250.000 como dijo él, o los $500.000 dichos por Maduro?

Más allá de todas estas truculencias, nuevamente queda la sensación de que los ciudadanos seguiremos desprotegidos, a merced de los delincuentes. Hasta el momento, nadie ha podido informar cuál conocimiento o aptitud especial califica a la almirante Meléndez para ejecutar las políticas en materia de seguridad ciudadana, si es que existen. Esto hace presumir la continuidad de las fórmulas militaristas vistas hasta el momento, cuyos resultados quizá no conozcamos en todas sus dimensiones, pero que sin duda continuaremos padeciendo.Rodríguez Torres intentó disminuir las presiones que los colectivos ejercían sobre el Ejecutivo reuniéndose con alguno de ellos. Alexis Vive le dio esa tribuna el 15 de octubre. Pero la jugada no rindió resultados, aunque este encuentro fue convenientemente divulgado por el aparato de propaganda del ministerio.

http://www.crimenessincastigo.blogspot.com/2014/10/a-merced-del-hampa.html

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