genesis-644x362(Prensa VAF) Diciembre 31, 2015.- Durante el año 2014 el gobierno venezolano reprimió fuertemente a quienes pacíficamente salieron a manifestar; las causas: inseguridad, economía, pero sobre todo por la libertad, dignidad y respeto a los DDHH. Sin embargo, y lamentablemente como en toda lucha, quienes son asesinados por la libertad se convierten en ángeles.
Como es el caso de Génesis Carmona estudiante de 22 años, era modelo y fue Miss Turismo Carabobo, al igual que miles de jóvenes que veían su futuro opacarse, la Miss Venezuela, prefirió apagar el brillo de las cámaras y encender en el de la esperanza. Salió a la calle sin el glamour de un maquillaje, en su rostro la bandera de Venezuela, y sus ojos las estrellas que enaltecen el orgullo nacional. En sus manos no había una corona, tal vez una pancarta y agua mineral, todo lo que podía sostener para cargar con el alivio de saber que marchaba por la libertad del país que la vio coronarse. Sin duda alguna, una reina de belleza, que entendió que la corona se lleva en el corazón y la belleza en los actos. Y no hay más belleza que ver un corazón de mujer, de una estudiante que lucha por su país.
Génesis Carmona participaba de una marcha opositora en Valencia el día 18 de febrero. Estaba con su madre, María Eugenia Tovar, y su hermana Alejandra. De pronto aparecieron atacantes motorizados y los manifestantes quedaron arrinconados entre los “colectivos” y la Guardia Nacional.
Esto es lo que ha contado recientemente la hermana ahora desde la ida de la familia a Estados Unidos: “Caminamos juntas y de repente escuché un solo tiro que le dio a mi hermana en la cabeza. Fue un disparo preciso y medido, cuando me di vuelta ella estaba en el piso”.
Alejandra habría sido testigo de la reconstrucción del caso con los expertos en balística: “Los policías dijeron que el tiro venía desde el sitio donde estaban los colectivos [… ]. No fue una ráfaga, fue un solo disparo”.
El único imputado por el caso es Juan José Maza, dirigente juvenil del Psuv. Y según la madre de Génesis goza del beneficio de régimen de presentación quincenal.
Los culpables gozan de impunidad, pavoneándose como si su libertad fuese un trofeo en pago al crimen. Sus jefes, habrían escrito en sus cuentas de Twitter que esparcieran el horror y el crimen, a cuantos encontraran en su justo derecho de pedir libertad. A confesión de parte, relevo de pruebas.

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Un tiro basto para arrebatar la vida de quien por 22 años dio todo lo que tuvo por su familia y por su país. 22 años donde una mujer, demostró el orgullo de tener valores sublimes y cristalinos, dignidad de quien es criada por una mujer de igual estampa. Quienes estaban presenten en el fatídico hecho, trasladaron a Génesis a un centro de salud. Los médicos haciendo todos sus intentos por recuperar a una valiente estudiante luchaban sin descanso. Las horas pasaban y tras cada momento de angustia María Eugenia Tovar, madre de Génesis, pasó la noche entera en terapia intensiva junto a su hija. Los doctores, con el temple de un médico pero con el corazón en la mano, hablaban a María Eugenia con la verdad “En la mañana frente a la puerta de terapia intensiva, salió la doctora y fue cuando me dijo que no había mejoría alguna, en pocas palabras que me preparara para lo peor. Yo seguí confiando en Dios”.
La familia, esa pequeña parte de nosotros que se expande en otros seres, fue quien estaba allí con María Eugenia “Llego mi tía y me dijo: “Hija, déjela ir, es más duro que su muchachita este sufriendo tanto! Entre y háblele…dígale que usted va a estar bien, que se vaya tranquila.”” Fue el momento donde los doctores le dijeron que a su hija le estaban colapsando sus órganos, entonces, con el amor más grande que es el de una madre, ese amor que indescriptiblemente hace girar ala universo, María Eugenia tomó su mano, la besó y le dijo: “…Vuela pequeña, no tengas miedo, mama es fuerte y estaré bien, te amo …” Allí, la reina de belleza se inmortalizo para quedar coronada como una emperatriz junto al rey de los cielos.

 

EXILIO Y DESTIERRO
Tanto María Eugenia Tovar y su hija Alejandra Carmona, expusieron la verdad del caso de Génesis; como fue asesinada, los culpables y como funcionarios públicos desde un inició impidieron el traslado a un centro de salud, y un sinfín de trabas. Tal hecho, les trajo amenazas y persecuciones, lo cual es calificable como tortura, pues el miedo causado por la intimidación es tortura psicológica. Madre e hija, al verse atadas de mano, en el país que las vio nacer, abrieron horizontes a tierras de libertad, guiadas bajo las alas de Génesis. Desde su exilio, continúan por la búsqueda de justicia y difunden la libertad.
María Eugenia Carmona, madre de la joven reina de belleza asesinada en Valencia, Génesis Carmona, ofreció unas cortas palabras a los presentes. Entre lágrimas y sufrimiento por la irreparable pérdida, la dama exhortó mantener la lucha por la libertad de su tierra natal.
“Prohibido olvidar a nuestros hijos, prohibido olvidar que Venezuela está en una situación crítica, prohibido olvidar tanto dolor […] Estoy tratando de transmitirles fuerza, no olvidemos tanta sangre derramada”, exclamó.

Aprovechó la oración compartida con los asistentes para recordar que “la fe y la esperanza es lo último que se pierde y mientras contemos con eso, todo tiene que salir bien”.
Por último, se comprometió en seguir adelante junto a su familia, “la vida continua, no es fácil”.

 

Como un merecido reconocimiento a una heroína, Venezuela Awareness, el día internacional de los derechos humanos homenajeo a María Eugenia Tovar y a Génesis Carmona. Sus emotivas palabras, fueron para recordar momentos de Madre e hija.

Palabras de Maria Eugenia Tovar:

10-Maria-EugeniaEn horas del mediodía ya sabía que La Niña había perdido la vista , mas no me importaba pues yo la iba a cuidar y no le faltaría nada, ella paso la noche ella en terapia intensiva yo afuera caminaba de un lado a otro.

En la mañana frente a la puerta de terapia intensiva, salió la doctora y fue cuando me dijo que no había mejoría alguna, en pocas palabras que me preparara para lo peor. Yo seguí confiando en Dios…

Pero Llego mi tía y me dijo: “Hija, déjela ir, es más duro que su muchachita este sufriendo tanto! Entre y háblele…dígale que usted va a estar bien, que se vaya tranquila.”

 

 

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