Julián Isaías Rodríguez (CORTESÍA)
Julián Isaías Rodríguez (CORTESÍA)
Julián Isaías Rodríguez (CORTESÍA)

Diciembre 17, 2015.-Su actuación como fiscal general de la República generó uno de los mayores escándalos en la historia de la justicia venezolana. El lamentable legado de Julián Isaías Rodríguez fue destruir hasta sus cimientos el ministerio público

Recientemente Julián Isaías Rodríguez brindó unas declaraciones a “ALBA informaciones” en las cuales, con un lenguaje enrevesado y lleno de frases hechas, acusó a Estados Unidos y la Unión Europea de alinearse con la oposición venezolana y los medios de comunicación para desarrollar un conjunto de acciones desestabilizadoras (en lo económico, comunicacional, diplomático y político) contra Venezuela, las cuales habrían repercutido en el orden interno creando, entre otras cosas, inflación y desabastecimiento.

La motivación que inspiraría a Estados Unidos y la Unión Europea en tal batalla sería, nada más y nada menos, que el temor al socialismo bolivariano que -según Rodríguez-constituye la alternativa viable al neoliberalismo, el capitalismo y la globalización, mediante la creación de un modelo social que garantice derechos fundamentales, tales como la alimentación, la salud, la educación y la vivienda y que elimine las injusticias, la exclusión social y la pobreza.

Así, para Julián Isaías Rodríguez es esa conspiración y no el desgobierno que ha reinado en Venezuela por casi 16 años, la causa de la inseguridad, el desabastecimiento, los secuestros, las fallas eléctricas, la crisis carcelaria, la ruina de PDVSA, el desempleo, la economía informal, el fraude cambiario, la hiperinflación, la ausencia de medicamentos, la crisis del sistema hospitalario, la ruina de la infraestructura, el tráfico de drogas, la corrupción y el incremento de la deuda externa. Esto por sólo mencionar algunos de los innumerables males que aquejan hoy a Venezuela.

¿Quién es Julián Isaías Rodríguez?

Quien haya leído las declaraciones de Julián Isaías Rodríguez seguramente se preguntará quién es este señor y cómo con tanto desparpajo, cree que puede decir semejantes desatinos y pretender que alguien se los crea.

Se trata de un individuo de más de 70 años, que se graduó (en algún momento no especificado) de abogado y, supuestamente, se especializó en derecho laboral, del que nadie sabía mucho hasta que se unió a la primera campaña presidencial de Hugo Chávez. Con el arribo de éste al poder, comenzó para Rodríguez una carrera meteórica, que lo llevaría a ocupar, en escasos dos años, posiciones como Senador, miembro de la Asamblea Constituyente, Vicepresidente de la República y, pese a su evidente ausencia de imparcialidad, Fiscal General de Venezuela, para finalmente fungir como embajador de Venezuela, primero en España y luego en Italia.

El escándalo

Fue su actuación como fiscal general de la República la que generaría uno de los mayores escándalos en la historia de la justicia venezolana: la investigación por el asesinato del fiscal Danilo Anderson. A ese caso Julián Isaías Rodríguez le dio una amplia divulgación mediática. Se trató de un caso que personalmente se encargó de ventilar, de manera constante, a través de los medios de comunicación. En ese contexto, a finales del año 2005 Rodríguez anunció al país la llegada de un testigo excepcional, único, altísimamente calificado (médico siquiatra) y a quien -según sus propias palabras- habría palpado con los cinco sentidos, de nombre Giovanny Vázquez. Ese testigo fue utilizado para juzgar y condenar a los presuntos autores materiales del homicidio y para imputar a los supuestos autores intelectuales del mismo.

Foto del fiscal Danilo Anderson y una imagen del estado en que quedó su automóvil (ARCHIVO)
Foto del fiscal Danilo Anderson y una imagen del estado en que quedó su automóvil (ARCHIVO)

Se descubre la verdad

Lamentablemente para Julián Isaías Rodríguez, la verdadera historia de su “Testigo Estrella” pronto saldría a la luz pública. Así, se supo que Giovanny Vázquez era un individuo con amplio prontuario criminal, tanto en Venezuela como en Colombia, que nunca fue testigo de asunto alguno vinculado al asesinato de Anderson, pues para la fecha en que supuestamente habría participado en su planificación, se encontraba preso en una cárcel colombiana y que simplemente -y según su propia confesión pública- se limitó a seguir el guión que le había instruido el mismo Julián Isaías Rodríguez a cambio de una importante suma de dinero.

Vale la pena, para efectos comparativos, ver cuál era ese guión que le dio Julián Isaías Rodríguez a su testigo estrella y no es otro que el de una conspiración. Si, una que supuestamente tendría como objetivo final matarlo a él. Como se ve, Julián Isaías Rodríguez siente verdadera fascinación por las conspiraciones, cada vez que quiere eludir una responsabilidad, salir de un atolladero, perseguir a un enemigo o, en fin, justificar lo injustificable, encuentra en la conspiración la salida. Esa es la lección aprendida del régimen castrista: culpar siempre a los Estados Unidos y al bloqueo de los fracasos del comunismo instaurado en Cuba desde 1959 y distraer la atención de los verdaderos problemas y del descontento con supuestos intentos de magnicidio que curiosamente nunca se aclaran, al igual que nunca se aclaró el caso Anderson.

Vínculos con el terrorismo

No fue sólo el caso Anderson el que caracterizó el tristemente célebre paso de Julián Isaías Rodríguez por la Fiscalía General venezolana, sino que son múltiples los señalamientos de los cuales ha sido objeto, entre otros, el haber ocultado el expediente de un miembro del grupo terrorista ETA que habría ingresado ilegalmente a Venezuela. Sí, el Fiscal General de la República habría protegido a un terrorista.

Así, el lamentable legado de Julián Isaías Rodríguez fue destruir hasta sus cimientos el ministerio público venezolano, contrariando todos y cada uno de los objetivos que de acuerdo con la Constitución debería perseguir ese organismo (el respeto a los derechos y garantías constitucionales, la celeridad y buena marcha de la administración de justicia, y el resguardo al debido proceso).

Un ridículo internacional

Luego, el chavismo descubrió nuevas dotes en Julián Isaías Rodríguez (pues no bastaba con haberlo sacado del más absoluto anonimato, llevándolo de la nada a las más altas esferas del poder en Venezuela). Así, se convirtió en diplomático, primero como embajador de Venezuela en España, donde no perdió la ocasión para poner en ridículo a Venezuela al dedicarle, con dudosas facultades poéticas, unos versos al equipo de futbol español que se tituló campeón del mundo en el año 2010 y en los cuales exaltaba la masculinidad de sus integrantes. Semejante ridiculez no es de extrañar, ya a Julián Isaías Rodríguez, supuestamente, le había bastado con “ver a los ojos” a su testigo estrella para convencerse de que le había dicho la verdad.  Esta estadía en España sería corta, pues su historia con la ETA fue denunciada ante la Audiencia Nacional, lo que hizo que renunciara como embajador en España.

Finalmente, tras un intento fallido de ser nombrado magistrado del Tribunal Supremo de Justicia (porque ni los chavistas lo quisieron como magistrado del máximo tribunal), se coló como embajador en Italia (algunos secretos debe guardar para, pese a sus rotundos y constantes fiascos, haberlo logrado) y desde esa posición diplomática se atreve a decir que Estados Unidos y la Unión Europea están detrás de esta supuesta nueva conspiración.

La verdad detrás de la nueva conspiración

En sus declaraciones Julián Isaías Rodríguez dice una serie de verdaderas insensateces, como por ejemplo que en Europa el socialismo es percibido como un proyecto atroz (desconociendo que cerca de un tercio de la población de la Unión Europea, distribuida en ocho países, está regida por un Gobierno de centro izquierda), que hay una Guerra de sanciones contra Rusia y Venezuela y que ellos (los chavistas) nacionalizaron el petróleo (lo que, en realidad, ocurrió durante la primera presidencia de Carlos Andrés Pérez en los años 70).

Ahora bien, en medio de tanta palabrería y desatino lo que sí queda claro es la preocupación que atormentaba a Julián Isaías Rodríguez al brindar sus declaraciones e inventar esta nueva conspiración (supuestamente dirigida por Estados Unidos y la Unión Europea) la cual reveló tan pronto como empezó a hablar: las elecciones parlamentarias en Venezuela.

Según él, el resultado de esas elecciones, que para ese momento no se habían producido, era crucial para Venezuela (fundamental para que continuase el proceso socialista); para América Latina y especialmente para Sur América (que actúa como un bloque) y para el mundo (pues supuestamente Venezuela contaría con un proyecto de sociedad alternativa no sólo a Estados Unidos sino también al neoliberalismo y al capitalismo).

Ahora que las elecciones parlamentarias en Venezuela ya se celebraron y la oposición obtuvo una rotunda victoria, alcanzando la mayoría calificada en la Asamblea Nacional (112 diputados de un total de 168) ¿Qué dirá Julián Isaías Rodríguez? ¿Dónde esconderá la cara el descarado?

La realidad se impuso

La realidad surgida de las urnas electorales el 6 de diciembre de 2015 ha aplastado al  indefendible socialismo del Siglo XXI. Ese régimen que es el verdadero culpable de que en Venezuela reine el hambre, la calamidad, la gente sin hogar, la exclusión social, la inseguridad (con 26.000 muertos al año) el tráfico de drogas (dirigido por generales afectos al Gobierno) los presos políticos, la tortura, el exilio, la corrupción, la aniquilación del aparato productivo; y, en fin, la destrucción de Venezuela.

Sí, el socialismo del siglo XXI logró lo que parecía imposible: la ruina del país con las mayores reservas de petróleo del mundo y, por eso, si ha habido una verdadera conspiración para destruir a Venezuela, esa no es otra que la llevada a cabo por quienes, como Julián Isaías Rodríguez han mal gobernado Venezuela desde 1999.

 

http://www.diariolasamericas.com/4848_venezuela/3516536_julian-isaias-rodriguez-el-caradura-de-las-conspiraciones.html