Octubre 22, 2016.-Un único disparo en el estómago les apagó la vida. Múltiples marcas de golpes era lo que cubría sus cuerpos cuando fueron dejados en el Hospital Periférico de Catia ese jueves 6 de octubre de 2016. Yanderson Andrés, Jhonary Yeudomar, Juan Carlos, Heider, José son parte de los 11 hombres, entre 20 y 30 años de edad, que murieron durante una razzia en el 23 de Enero de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) llamada por el Gobierno desde 2015: Operativo Liberación y Protección al Pueblo (OLP).

“La OLP está matando a nuestros jóvenes”, dijo Víctor Cardozo, padre de Jhonary Yeudomar Cardozo Garrido, de 23 años de edad. Dos semanas después, familiares de seis de las 11 víctimas de ese procedimiento insisten en el Ministerio Público para que se esclarezcan esas muertes que, desde su punto de vista, son homicidios.

El día del suceso, según el informe policial, todos los fallecidos eran parte de la bandaEl Kilombo”, un grupo delictivo que hace vida en El Guarataro desde los años 60. “El Ciego”, “El Culebra”, “El Motor”, “El Edwar”, “El Gato”, “El Yonaiker”, “El Chino”, “Jhon Golo” y “El Calamargo” fueron los apodos que le dieron a los muertos.

A Jhonary Yeudomar le pusieron el de “El Culebra”, dijo su padre a Efecto Cocuyo. “Mi hijo estaba con otros de los fallecidos en una casa con unas muchachas. Llegaron los policías a las 5:00 am y sacaron a las muchachas para un callejón y a los hombres para otro. A ellas les dijeron que se montaran en la patrulla porque a los chamos los llevaron al módulo (policial), pero la verdad es que las dejaron botadas en la estación de servicio de La Silsa”, narró Víctor.

Continuó el relato aseverando que los vecinos vieron cómo los cuatro muchachos (su hijo, Juan Carlos Yovera, Heider Morales, José Gordillo) fueron ejecutados por los funcionarios de la PNB que iban vestidos de negro y con las siglas Daes (Dirección Anti Extorsión y Secuestro) en el uniforme. Los testigos desde sus ventanas también vieron cómo les pusieron armas de fuego a cada uno de los cadáveres, tomaron fotos y que luego abrieron huecos en las paredes con martillos.

La escena de esta supuesta resistencia a la autoridad fue en el sector El Abarrán del barrio Andrés Eloy Blanco de El Observatorio.

“Un doctor del Periférico de Catia nos dijo que mi hijo había llegado vivo, pero los funcionarios amenazaron al personal médico. Les dijeron que si lo salvaban, iban a venir por ellos”, dijo con indignación.

Jhonary Yeudomar era herrero, oficio de la familia, vivía en Altavista con su esposa y su hijo.

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Él no conocía a Yanderson Andrés Granado Padrón, de 25 años de edad, pero los dos murieron el mismo día, a manos del mismo cuerpo policial y por el mismo tipo de heridas.

A este joven, la PNB lo detuvo mientras bajaba de su casa en el sector Las Piñas del barrio Andrés Eloy Blanco a las 6:00 am.

Su padre, Asdrúbal Granado, se enteró de la aprehensión a los pocos minutos porque los vecinos le avisaron. Junto con su esposa, se fue a buscarlo. Pasaron por seis sedes de la PNB y no lo encontraron . Fue hasta las 2:00 pm que los padres del joven se enteraron de que en el procedimiento que tomó la parte baja del barrio hubo heridos y que habían sido trasladados al Periférico de Catia.

Cuando llegaron al hospital, al fin lo encontraron. Muerto.

“Los vecinos vieron que lo esposaron y le pusieron una capucha. Luego aparece con una tronera en el estómago ¿Qué pasó ahí? No puede ser que él se enfrentó, si él iba con su lonchera al trabajo”, manifestó Asdrúbal.

Yanderson Andrés tenía dos años trabajando como ayudante de camión en Proagro. Hace 7 años estuvo preso en Yare I por el delito de hurto. Obtuvo el beneficio de trabajo con pernocta en un centro de La Guaira y allí estuvo dos años; luego salió con una medida de presentación. El año pasado terminó su proceso.

Ahora vivía en El Junquito con su pareja y el hijo de ésta. Se encontraba en casa de sus padres porque quería lavar la ropa.

“No es posible que el ministro (Néstor Reverol) diga que eso fue un enfrentamiento. Está mal informado. Aquí no existe la pena de muerte y queremos justicia”, exclamó el padre de Yanderson.

Hipótesis vecinal

Para los vecinos, esa OLP en la parroquia del 23 de Enero estuvo relacionada con el asesinato de un delincuente conocido como “Tabaquito”, quien tenía vínculos con los colectivos que hacen vida en el sector.

Aseguraron que el 6 de octubre, junto a los funcionarios de la PNB había miembros de estos colectivos, quienes señalaban las casas a las que posteriormente ingresaban los uniformados. Iban vestidos de negro, al igual que los policías, pero sin las siglas Daes en el uniforme.

“La OLP mata a nuestros jóvenes”, denuncian familiares en el 23 de Enero