Abril 30, 2017.-Un mes de protestas en Venezuela arrojó un saldo de 34 fallecidos, aunque el Ministerio Público investiga la muerte de solo 28 personas. Impactos de bala, perdigones y objetos contundentes son los tipos de armas con las que han matado a estos venezolanos que se encontraban en alguna concentración.

Jairo Ortiz, Bryan Principal, Niumar José San Clemente Barrios, Almelina Carrillo, Jesús Leonardo Sulbarán y Juan Pablo Pernalete son algunas de las 18 personas que murieron con heridas en zonas vulnerables del cuerpo. Fueron impactos letales.

“Disparar hacia la cara, pecho y espalda, zonas potencialmente mortales, es una acción que está vetada para los funcionarios de orden público. El que lo hace, lo hace con alevosía porque en la formación te enseñan que en esas áreas hay órganos vitales. Ese tipo de impactos no son para dispersar, sino para infringir daño”, puntualizó Alexander Briceño, exfuncionario del Ejército y de la Policía de Chacao, actual asesor de seguridad.

Funcionarios de seguridad se han visto implicados en siete de los 18 casos de víctimas con heridas en zonas potencialmente mortales. El cuerpo más señalado de estas muertes fue la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) cuyos efectivos presuntamente habrían participado en la represión que terminó con el fallecimiento de Gruseny Canelón, Mervins Guitian, Juan Pablo Pernalete y Eyker Rojas Gil.

Solo un caso de las 18 muertes con lesiones en zonas vulnerables del cuerpo se produjo con una bomba lacrimógena, según investigaciones iniciales. Es el fallecimiento de Juan Pablo Pernalete. “Un cartucho de lacrimógena no debería matar a nadie. Va a depender del uso que le dé el funcionario y si acata la normativa establecida. El fin de este tipo de armas y las de perdigones es dispersar no infringir daño a los manifestantes”, explicó Briceño.

En 17 casos, las heridas fueron producidas por impactos de bala y en seis de los decesos fueron señalados como victimarios los funcionarios de orden público. “La Constitución establece una prohibición para el uso de armas de fuego en el control de manifestaciones. Esto es una irregularidad que debe ser investigada”, recordó el exfuncionario policial y militar quien tiene 22 años de experiencia en el área.

Hasta la fecha, por estas muertes hay 18 detenidos, según información oficial. Estos privados de libertad son los responsables de cuatro víctimas, mientras que las familias de las otras 16 esperan porque las autoridades hallen a los culpables de la muerte de su ser querido. Para esta categoría no se incluyeron los decesos de 11 personas por descarga eléctrica, ocurridos en El Valle, en Caracas.

La entidad en la que se han registrado más muertes fue Distrito Capital, donde, por ejemplo, ocurrió el saqueo masivo en El Valle que dejó saldo mortal de 11 personas electrocutadas y tres baleadas. También, el Área Metropolitana de Caracas (municipios Libertador, Chacao, Baruta, El Hatillo y Sucre) ha sido el escenario de las 12 convocatorias de movilización de la oposición venezolana hasta el momento.

“Una brigada antimotín tiene que estar preparada para situaciones de conflicto dentro de una manifestación y estar entrenada para el uso progresivo de la fuerza, que en estos casos el grado de violencia policial debe estar por debajo del que emplean las personas. Aquí no se trata de eliminar al otro, sino de disuadir y disolver“, advirtió.

El experto recordó que en contexto como el venezolano, la frustración de una multitud que ve que no puede ejercer su derecho de manifestar expone al funcionario a una confrontación cuerpo a cuerpo con quienes protestan. Por ello, recomendó el adiestramiento periódico.

De los muertos en protestas, 18 recibieron disparos en zonas vulnerables del cuerpo (Galería)