Entre  enero del 2014 y junio del 2016 hubo un promedio de 344 detenidos por protestas en un mes, a razón de 12 por día. En abril de 2017, en solo 15 días de manifestaciones pacíficas -del 4 al 19 de abril-, el gobierno de Maduro ha arrestado a 1.059 personas: un promedio de 70 aprehensiones diarias, lo cual evidencia no solo al Maduro más represivo desde su llegada al poder, sino su profundo temor a la voluntad ciudadana por el cambio político. Es, en resumidas cuentas, la reconfirmación de un gobierno en su fase más débil. 

Entre enero del 2014 y junio del 2016, el Foro Penal Venezolano registró 5.853 detenciones vinculadas a manifestaciones por crisis política, escasez de productos básicos, racionamiento eléctrico, fallas en el servicio de agua potable y altos índices de inseguridad, entre otros motivos.

El 2017 inicia con cifras alarmantes, gracias a la cruenta represión por parte de los cuerpos de seguridad del Estado contra las marchas realizadas en abril. En solo 12 días de protesta, el número de detenidos ascendió a 512: 18% de la cifra total de años anteriores.

El martes 19 de abril, la reprimenda de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) dejó más de 90 aprehensiones en Guayana. La ONG Foro Penal Venezolano reseñó que en el estado Bolívar hubo ocho arrestos durante las marchas convocadas por la oposición entre el 4 y el 16 de este mes, mientras que el 19 la cifra fue mucho más elevada: 101 detenidos en un solo día.

Números en todo el país

Entre bombas lacrimógenas, tratos crueles y represión injustificada por parte de los cuerpos de seguridad del Estado en toda Venezuela -casos violatorios del artículo 68 de la Constitución nacional-, el Foro Penal Venezolano registró 538 arrestos en los primeros 12 días de reclamos que iniciaron el 4 de abril.

9:00pm A esta hora: 521 arrestos hemos verificado en Foro Penal por protestas el día de hoy en toda

Pero el número de apresados se disparó agresivamente el 19 de este mes. Solamente en ese día, el total de detenciones, al sumarse el número de todos los estados del país, la cifra alcanza 521 personas recluidas en comandos de la Guardia Nacional, por lo que desde la primera semana de abril de 2017 hasta la masiva marcha del 19 (la más reprimida del año hasta la fecha) Foro Penal expone la cifra de 1.059 arrestados por protestar en contra del gobierno.

Aumenta a siete la cifra de fallecidos en el marco de las protestas

Aumento de la represión

En el 2014, durante el despliegue de manifestaciones que terminó con el arresto del líder opositor Leopoldo López y la muerte de 43 venezolanos, la represión estuvo tan presente como en últimas tres semanas. Hasta ahora sigue siendo el año de mayor conflictividad política y social, al registrarse 9.286 protestas, equivalente a 26 diarias en todo el país, según reseña el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).

La inconformidad ante la baja calidad de vida que lanzó a los venezolanos a las calles ese año no solo sigue vigente, sino que se ha agravado; a ello se suma el reclamo de la ruptura del hilo constitucional tras la decisión de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de disolver la Asamblea Nacional, lo que implica que esté siendo señalado como una institución a la que acusan de mantener la ruptura del orden constitucional en Venezuela.

El FPV registró 5.853 detenciones vinculadas a manifestaciones entre enero 2014 y el 30 de junio del 2016. Esto arroja un promedio de 344 detenidos por mes; 12 por día. Entretanto, los 538 arrestos en los primeros 12 días de protestas promedian 66 apresados diarios, lo cual evidencia el acentuado incremento de la represión, cuyo promedio asciende a 550%.

En las jornadas de reclamos convocados por la oposición desde el pasado 4 de abril, no solo se evidencia el castigo a la manifestación. La violencia de los ataques por parte de los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) contra las movilizaciones pacíficas fue el detonante del enojo en todo el país y Ciudad Guayana no se escapó de este mal.

El presidente Nicolás Maduro, en cadena nacional de radio y televisión, acusó a quienes manifestaron el 19 de abril de violar las leyes. Sus declaraciones obvian principios contenidos en pactos internacionales de derechos civiles y políticos, que señalan que los Estados deben adoptar medidas para promover, mantener y fortalecer el pluralismo, la tolerancia y una actitud abierta con respecto a la disensión en la sociedad, y deben respetar y proteger por igual a los que expresan opiniones divergentes, impopulares o disidentes.

Además de Maduro, otros voceros del aparataje estatal se han mostrado timoratos ante la represión. El defensor del Pueblo, Tarek William Saab, ha repudiado a cuentagotas y de manera selectiva los atropellos de las fuerzas del orden contra los protestantes; casi siempre, a partir del revuelo y la presión ciudadana.

Sus rechazos al asesinato de Paola Ramírez y del guardia nacional Neomar San Clemente contrastan con su rol primigenio de ordenar investigaciones contra estos casos, contra las detenciones arbitrarias, agresiones de los cuerpos de seguridad, así como su presión como representante del Poder Ciudadano al Ejecutivo para exigir el cumplimiento de los protocolos para el control de manifestaciones. El apoyo a las víctimas también figura entre sus atribuciones.

Entretanto, la fiscal general, Luisa Ortega Díaz, ha mostrado otros visos de institucionalidad al emplazar abiertamente a las fuerzas del orden no solo a garantizar el ejercicio a la protesta, sino además hacerlo “bajo un estricto apego a los derechos humanos”.

“El Ministerio Público está a la orden de la ciudadanía, de las instituciones del Estado y de los actores políticos y sociales para recibir todas las denuncias, bien sea por el uso excesivo de la fuerza en las que presuntamente incurran funcionarios a cargo del orden público, así como para establecer la responsabilidad penal de cualquier particular que cometa delitos durante las manifestaciones”, reza el comunicado de la fiscal.

Pero más allá de las tibiezas del Estado y de sus ambivalencias institucionales, la agudización de la represión pone en evidencia a un gobierno temeroso de la voluntad ciudadana por el cambio político. Una administración que apela a un mayor uso de la fuerza ante su propio quiebre institucional, desmoronado en pro de la construcción de una hegemonía política que difícilmente se planteó la alternabilidad del poder. Es, en resumidas cuentas, la reconfirmación de un gobierno en su fase más débil

Foro Penal registró 5.853 arrestos vinculados a manifestaciones entre enero 2014 y el 30 de junio del 2016
Foro Penal informa que llega a 1.059 la cifra de arrestados por manifetar contra el gobierno entre el 4 y el 19 de abril de 2017

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