Junio 24, 2017.- Zuly Fuentes, dirigente del partido Vente Bolívar, fue una de las siete personas arrestadas por la Policía del estado Bolívar (PEB) durante la represión en Ciudad Bolívar el pasado 14 de junio.
A todos les privaron de libertad, pero a diferencia de los otros seis, su lugar de reclusión es la comandancia de Agua Salada y no la cárcel de El Dorado, como el resto.
Su hijo, Carlos rojas, quien es dirigente juvenil de La Causa R en Amazonas, relata al Correo del Caroní las condiciones de salud en la que se encuentra recluida su madre, además de su versión de cómo resulta detenida Zuly Fuentes, de 49 años de edad.
“Mi mamá es una mujer hipertensa y el año pasado sufrió un edema cerebral. Ella no estaba ‘guarimbeando’, pasaba por el lugar donde estaban protestando y vio que funcionarios estaban atacando a un joven y se metió a defenderlo, una guardia le dio un golpe en la nuca. Ella también sufre de la columna y estuvo tres días durmiendo sentada en una silla, no les importó que está enferma”, cuenta Rojas.
Como ha sucedido con otras detenciones, la medida de privativa de libertad fue dictada pese a que Fiscalía no solicitó tal acción por no encontrar elementos de pruebas suficientes. Sin embargo, la constante de jueces de tribunales de control ha sido pasar por encima de las competencias del Ministerio Público.
“Yo hablé con el muchacho que ella defendió cuando la detuvieron y él me dijo: ‘gracias a tu mamá yo sigo vivo’. Si todas las madres en Venezuela hicieran lo que ella hizo, el gobierno caería temprano porque está defendiendo los derechos humanos”, agrega.
Aunque trata de que el sentimiento no le gane, rojas no deja de sentir rabia por lo que hoy vive su familia, destacando que “metieron presos a inocentes”, haciendo responsable al gobernador Francisco Rangel Gómez, el presidente Nicolás Maduro y el juez Cruz Homero por la integridad física de Zuly fuentes.
“Que recuerden que cuando caiga este gobierno le caerá todo el peso de la ley. Ellos han sembrado el odio en los venezolanos y nosotros no somos así. Yo creía que esto nunca iba a pasar, pero nos tocó”, dice Rojas, preocupado por la salud de su madre, cuyas medicinas debe traer de Colombia porque simplemente es casi imposible conseguirlas en Venezuela.
“Estoy orgulloso de mi madre. Sé que es un momento difícil, pero debemos seguir ese ejemplo porque es una lucha de todos los venezolanos”.
