Julio 12, 2017.- Usaba una gorra de lado y corrió cuando vio a los funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) pasar cerca de su vivienda. Pablo Hernández solo tenía 14 años de edad, pero fue una víctima del operativo de ese cuerpo de seguridad ciudadana el martes, 11 de julio, en la mañana en el sector Los Mangos de El Cementerio, municipio Libertador.

De acuerdo con testimonios de los vecinos, el joven estaba en la platabanda de su casa, jugando con un papagayo, cuando los uniformados ingresaron a la zona. “No es la primera vez  que lo hacen y siempre pasan como quieren. Con armas en mano, gritando e insultando a todos”, denunció una de las vecinas que este miércoles salió a protestar estos procedimientos viciados en violaciones de derechos humanos.

El padre de la víctima, Pablo Márquez también se encontraba en el sitio. Dijo que su hijo padecía de un trastorno mental que le impedía su normal desarrollo cognitivo, por lo que no escuchaba ni hablaba correctamente.

“Yo presumo que fue eso. Que como él corrió y vestía como ellos creen que van los malandros, entonces le dispararon sin preguntar. Es lo que siempre hacen”, dijo el hombre.

Carla Escalona, vecino de la familia que hoy debe tramitar el entierro del adolescente, indicó que tres funcionarios ingresaron a su vivienda también. Comenzaron a revisar todos sus bienes, mientras que afuera se escucharon múltiples detonaciones de armas de fuego.

“Me dijeron que no podía salir porque afuera había un delincuente armado. No les hice caso y cuando vi hacia afuera estaba Pablo, con las manos en el costado, cojeando y sangrando mucho. Su hermano de 10 años de edad intentó ayudarlo, pero se cayó”, narró la habitante del sector Los Mangos. El adolescente murió allí.

Carla pudo ver los nombres del trío de uniformados que ingresó a su casa: Lozada, Cruz y Bello, y agregó que en la calle los efectivos colocaron un arma para simular que Pablo se les había enfrentado.

Tanto como ella, la comunidad está segura de que esto fue una ejecución extrajudicial. Están acostumbrados a los operativos policiales, pero aún les duelen sus víctimas. “Él era un buen muchacho. Nos ayudaba a cargar las bombonas. Es un chico enfermo pero lo queremos mucho”, precisó la mujer y aseguró que en la última semana han asesinado a cinco personas en procedimientos policiales similares.

Quizás Carla se refería al operativo en el que murió Carlos David Marchese Betancourt, de 26 años de edad, estudiante de enfermería, y su primo Yordi Antonio Urbina, de 21 años de edad. El 22 de junio la PNB entró al sector Los Sin Techo y se llevó la vida de estos muchachos, pero también la de Luis Rafael Azuaje, de 23 años de edad, y otro hombre. Los parientes de estos desmintieron la versión policial en la que señalaban que eran delincuentes que se resistieron a la autoridad.

Acusan a la PNB de asesinar a adolescente con discapacidad mental en un operativo

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